La Niña del Columpio

Cierro los ojos y me veo balanceándome en aquel columpio que me fabricabas con una simple cuerda y uno de los sacos que al final del día estaría cargado de aceitunas. Es, con mucha diferencia, la atracción más original y divertida que he tenido en mi vida. Allí, bajo la sombra de aquellos olivos, aprendí no solo a no caerme de un asiento no demasiado cómodo, también me di cuenta, mientras me balanceaba, de que en esta vida nada se consigue sin sacrificio y de que era mucho el que tú y mamá hacíais para sacarnos a mi hermana y a mí adelante.
Ha llovido mucho desde entonces, qué duda cabe, pero creo que las cosas que aprendemos tan pequeños son las que nunca olvidamos, las que marcan el resto de nuestra vida y, por ende, van forjando nuestra propia personalidad. Buena parte de lo que soy hoy te lo debo a ti. Yo sería otra completamente distinta si no me hubieras enseñado que hay que ser generosos, madrugar para que cunda el día y que el mejor bocado se deja siempre para el final. Y que hay que reír, siempre que se pueda, reír. Yo no sería la que soy si no me hubieras fabricado aquel columpio.
la niña del columpio
Y quizás también sería muy diferente si no te hubieras ido, si la mala fortuna no te hubiera elegido hace justo hoy diez años para que pasaras a habitar en otro mundo en el que, quién sabe, igual se está mucho mejor que aquí. Probablemente sea así. Pero yo sigo sintiendo la misma rabia que entonces, la misma impotencia, el mismo coraje…Más sosegado, eso sí. Mirándolo con la perspectiva de la resignación que dan los años, pero igualmente difícil.
Me sigo preguntando por qué no has podido disfrutar de tantas cosas buenas que aún te quedaban por vivir, en especial de una pequeña y revoltosa criatura con la que jugarías y bailarías como no lo hiciste nunca. Es injusto, injusto que no la hayas conocido y que ella tampoco te pueda disfrutar a ti. Pero le hablaré mucho de su abuelo, le diré que era la persona más buena del mundo. Le enseñaré todo lo que me inculcaste . Y un día no muy lejano le haré un columpio en un olivo.