Con frecuencia, nos ocurre que se nos olvida lo afortunados que somos y que los problemas que tenemos en la vida, o lo que así llamamos, son en realidad minucias, contratiempos que se acaban solventando con mayor o menor éxito pero que no nos impiden vivir ni a nosotros ni a los que queremos y tenemos cerca. Y con frecuencia también pasa que cuando tenemos noticia de personas que sí se enfrentan a problemas de verdad, de esos que no tienen solución o que la tienen pero es difícil alcanzarla, de repente valoramos de golpe todo lo que tenemos.
Es lo que me ha ocurrido a mí y seguro que a los que conozcáis el caso también con el gran José Javier Paulano, un chaval de 17 años que espera un donante de médula compatible para poder ganarle la batalla a la leucemia linfoblástica aguda que padece. Este jienense lleva ya dos tratamientos de quimioterapia muy fuertes y actualmente se enfrenta al tercero en el Complejo Hospitalario de Jaén.

José Javier (en el centro con gorra) rodeado de amigos y familiares antes de someterse a su tercera quimio.
Su madre, Raquel Fajardo, con quien hablé hace unos días para hacer un reportaje en el periódico, es una de esas mujeres coraje que está moviendo cielo y tierra para que llegue lo que José Javier necesita, ese donante compatible. Su batalla, me contaba, es por su hijo pero también para que la ciudadanía tome conciencia de una vez de lo importante que es hacerse donante de médula y, sobre todo, de que hacerlo no conlleva ningún riesgo y es algo muy sencillo.
Os dejo a continuación la información que publicamos en Ideal Jaén la semana pasada y también el enlace a la página de Facebook donde Raquel Fajardo ha emprendido su particular lucha con bastante respaldo hasta el momento. Pero todo es poco. Por eso hoy quiero darle un pequeño impulso a José Javier desde mi columpio y os pido que lo compartáis.
«Donar médula es algo muy sencillo e indoloro y la gente no es consciente de las vidas que se podrían salvar si hubiera más donantes». Son las palabras de Raquel Fajardo, madre de José Javier Paulano, un jienense de 17 años aquejado de una leucemia linfoblástica aguda, que necesita de forma urgente una donación para salvar su vida.
Todo comenzó, explica Raquel, el pasado 24 de marzo, cuando después de haberse encontrado mal en algunas ocasiones puntuales, a José Javier le dio una crisis muy fuerte que le llevó directamente a la UCI. «En ese momento le daban horas de vida, así que el haber llegado hasta aquí es un logro, pero hay que seguir luchando, claro», dice Raquel, que cuenta que han sido meses muy duros con dos ciclos completos de quimioterapia (uno de 40 días y otro de 30), tratamientos «muy fuertes» que le han ocasionado neumonías, problemas cardíacos, respiratorios y otras complicaciones que, afortunadamente, ha podido superar.
Ahora, desde el pasado lunes, José Javier está de nuevo ingresado en el Complejo Hospitalario de Jaén recibiendo otro tipo de quimioterapia, llamada de consolidación. «Mientras que aparece un donante compatible, tiene que ingresar unas 3 semanas al mes más o menos para seguir recibiendo quimioterapia y que la enfermedad siga controlada», explica la madre del joven, que apunta que lo deseable es que aparezca un donante «cien por cien compatible», pero que no es fácil.
Pocas donaciones
El problema, explica, es que, a diferencia de lo que ocurre con las donaciones de sangre, las de médula no están tan generalizadas, «existe mucho desconocimiento y la gente piensa que es como si donara un riñón y no tiene nada que ver, es mucho más sencillo», indica Raquel, que subraya que lo único que hay que hacer es pedir cita en Donantes de Sangre para que a la persona interesada le realicen una pequeña extracción de sangre que posteriormente será analizada. «De ahí, la sangre va a una base de datos mundial y, si algún día aparece alguien compatible que la necesita, te llaman para ver si quieres seguir adelante», apunta esta madre coraje, que añade que hay dos formas de hacer esa donación, aunque normalmente siempre es por sangre periférica, es decir, por los brazos como una transfusión de sangre normal. «Lo único diferentes es que unos días antes te ponen unas inyecciones en los brazos para que se generen más células madre». La otra forma sí requiere entrar en quirófano y que te realicen una pequeña punción en las caderas porque se necesiten más células madre, «pero tampoco es nada peligroso, la molestia es mínima y a las 24 horas estás en casa», manifiesta.
La labor que Raquel Fajardo está llevando a cabo en las redes sociales está consiguiendo que muchas personas, tras conocer la historia de su hijo, hayan decidido hacerse donantes de médula. De hecho, en el Centro de Transfusión Sanguínea de Jaén ya no hay citas para el mes de julio, y en agosto cierran por vacaciones, con lo cual la gente que lo solicita no podrá donar hasta septiembre, algo que, a juicio de esta madre, «no tiene mucho sentido».
Raquel Fajardo deja claro que esas donaciones que la gente está realizando no tienen por qué ser para su hijo, sino para cualquier persona que lo necesite. «El tiempo juega en nuestra contra, si aparece un donante compatible, luego son necesarias una serie de pruebas que van a alargar mucho el proceso, pero en realidad mi lucha no es tanto por Jose, sino, sobre todo, porque la gente se haga más solidaria y tome conciencia de que donando médula puede salvar una vida».
Y es que, recalca Raquel Fajardo, «muchas veces te tienes que ver en una situación como esta para darte cuenta de que somos egoístas y no nos paramos a mirar al de al lado. Son 5 minutos lo que tardas en hacerte donante de médula y si la inmensa mayoría de la población lo fuera, todo sería mucho más fácil».
De momento José Javier sigue luchando. «Esta quimio que le están poniendo ahora es muy fuerte, tiene efectos secundarios muy duros pero, de momento, los está soportando», relata la madre del joven jienense, que el pasado domingo, un día antes de ingresar de nuevo en el hospital, se vio rodeado de sus familiares y amigos en un encuentro organizado por su madre para que recibiera todo el apoyo posible. «El que él esté positivo es un 50% de su tratamiento, tiene que luchar y estar fuerte y por eso organizamos ese encuentro y la verdad es que se sintió muy arropado, recibimos mucho cariño».
Implicación
Raquel Fajardo agradece la implicación que tantos jienenses están demostrando con su hijo, así como la labor que realiza el equipo de hematología del Hospital de Jaén. «Están luchando por mi hijo, yo sé que no lo van a dejar, está en las mejores manos», sentencia Raquel.
(Información publicada en Ideal Jaén el 10-07-15)